Muchos pisos y casas piloto están pintados y decorados con tonos beige. Por supuesto esto no es casualidad. Se trata de un color amigable y acogedor, que transmite elegancia y calma. El beige es un color atemporal, ajeno al paso de las modas y del tiempo. Se trata de un color fácilmente combinable con una gran variedad de tonos.
Por todos estos motivos que iremos ampliando a continuación, es uno de los colores que más apreciamos en el mundo del diseño e interiorismo en Madrid. Utilizar el beige como color de base en la decoración de interiores es apostar sobre seguro, por eso es el protagonista del post de hoy en Teresa Galán.
Variedad de tonos beige
El color beige recibe variadas denominaciones que van desde blanco roto, cáscara de huevo, crudo, arena, marrón claro, etc. Y es que es un color difícil de definir que puede tomar infinidad de matices entre el marrón y el naranja. El beige es un color natural, el de la lana en estado puro. Se trata de un color cálido y a la par luminoso. Esto es muy importante y explica porque en el mundo de la decoración suele imponerse sobre el color blanco, mucho más frío y aséptico.
Es un color al que le afecta mucho la luz, adquiriendo una presencia mucho más blanca cuando esta es muy intensa y más anaranjada e incluso gris con las luces naturales más tenues.
Un color sumamente versátil
Todo lo que hemos dicho hasta ahora nos lleva a mantener que el beige es uno de los colores más versátiles a la hora de decorar. Podemos decir que encaja prácticamente en cualquier estancia de la casa, pues aporta una sensación de amplitud y de luminosidad no exenta de un toque elegante.
No debemos olvidar nunca el influjo que los colores causan en nuestro estado de ánimo. El beige es un color simple que nos induce calma, nos conecta con lo natural y con la armonía. Por eso puede encajar perfectamente en una habitación, pero también en un baño, cocina, despacho y por supuesto en el salón.
El beige combina con infinidad de tonos
Trabajar en la decoración de un espacio buscando combinar el beige con otros colores no es un ejercicio difícil. Se trata de un tono neutro que va muy bien con muchos colores. Al blanco le quita un poco de frialdad y con la combinación de ambos se logra crear ambientes aéreos, limpios y luminosos.
Con el negro también casa bien, especialmente si utilizamos un tercer color para atenuar el contraste. El efecto suele ser muy elegante.
Por supuesto, el marrón en toda su variedad de tonos es una de las mejores opciones para armonizar una estancia con un fondo beige. Al igual que ocurre con el resto de tonos neutros.
Si somos amantes de los contrastes y de los toques de color más alegres tampoco es descabellado utilizar el naranja, el morado, incluso el rojo o el azul mientras mantengamos un equilibrio.
Materiales y estilos
Al ser un color natural, el beige va muy bien con todos los elementos decorativos que nos remitan a la naturaleza. Destacamos especialmente la madera en todos sus tonos. Pero también los tejidos de lana y de lino, el mimbre, etc. en alfombras, cortinas, cojines, mantas…
En cuanto a los estilos su versatilidad le hace encajar en todos de un modo u otro. Por ejemplo, el beige puede atenuar la frialdad de un espacio con una decoración industrial. También integrarse a la perfección en una decoración de tipo nórdico que apuesta por potenciar la luz. Y en una mediterránea donde los elementos naturales tienen siempre presencia.
Desde nuestro estudio de interiorismo en Madrid, Teresa Galán os invitamos a valorar todas las posibilidades del beige como color intemporal.