Las alfombras de fibras naturales son una opción perfecta para integrar en la decoración de nuestro hogar. Las alfombras son elementos muy interesantes, tienen la capacidad de cambiar un espacio, también de delimitarlo y de aportar calidez. Utilizamos alfombras en el salón, en el comedor, en las habitaciones…Nos ayudan a combinar colores, a crear juegos de texturas y a aislar nuestros pies del suelo.
Quizás podemos decir que hay tantos tipos de alfombras como de muebles, y por extensión de tipos de decoración. La tendencia ecologista y el cuidado de la salubridad de nuestras casas son dos cuestiones en pleno auge que ponen en valor las alfombras de fibras naturales. A ellas dedicamos el post de hoy desde nuestra tienda de decoración de interiores en Madrid.
El origen de las alfombras
El origen de las alfombras se remonta a los pueblos nómadas del Asia de hace miles de años. Necesitaban una protección del frío en los duros inviernos. Pero buscaban algo más manejable que las pieles secas de los animales. Y también se centraban en la decoración de las tiendas. Así surgieron las primeras alfombras hechas en telares a partir del pelo animal. Pronto se convirtieron en verdaderas obras de arte, así que a su funcionalidad añadieron un importante valor estético.
Hoy en día en la mayoría de las ocasiones la estética se impone sobre la funcionalidad. Las alfombras son elementos perfectos para formar parte de la decoración en cualquier época del año. Especialmente las alfombras de fibras naturales que, en general, son más ligeras que las fabricadas en lana o productos sintéticos.
Ventajas de las alfombras de fibras naturales
Son varios los materiales vegetales en los que pueden realizarse alfombras de fibras naturales. Aunque cada uno tiene sus características propias, en general podemos decir que entre sus ventajas está el hecho de contribuir a regular la humedad del hogar, por ser materiales transpirables.
Son especialmente idóneas para las personas con alergias, pues atrapan el polvo entre sus fibras y además son sencillas de limpiar. Si bien es cierto que cada vez hay más tintes naturales que pueden utilizarse para teñir las alfombras de diversos colores, en general los tonos naturales de las fibras vegetales son muy fáciles de combinar.
Las alfombras de sisal son especialmente resistentes, con lo que podemos colocarlas en zonas de bastante tránsito. Las de yute en cambio tienen un tacto mucho más suave y agradable, pero para protegerlas de las manchas hemos de asegurarnos de que lleven un tratamiento especial. Las alfombras de cáñamo resisten muy bien el paso del tiempo. Mientras que las de bambú las reconocemos fácilmente por estar formadas por tablillas estrechas.
Combinar las alfombras de fibras naturales
Utilizar este tipo de alfombras es bastante sencillo. Encajan prácticamente en cualquier estilo decorativo, desde el rústico hasta boho pasando por el zen. Combinan con muebles y tejidos de materiales naturales como la madera, especialmente sin tratar, la cerámica y las fibras.
En cuanto a los colores, por sus tonos van muy bien con los más claros. Pero en nuestro estudio de interiorismo en Madrid, Teresa Galán, apostamos también por el contraste que aportan con el negro. En la foto puede observarse uno de nuestros trabajos de decoración en el que una alfombra de dibujo geométrico en blanco y negro sirve para ordenar el espacio. En torno a ella se sitúan unos minimalistas sofás de cojines blancos sobre una estructura metálica negra. Una mesa baja de metal negro situada en el centro de la alfombra marca el centro del espacio y sirve de soporte a unos originales platos de cerámica blanca con dibujos en negro. En la esquina una mesita auxiliar negra con un florero de cristal logra focalizar nuestra mirada con el verde de las hojas, de manera que aprehendemos todo el espacio. Haremos un estudio personalizado para conseguir que la reforma de tu piso sea ideal.