Teresa Galán I Arquitectura y Diseño Interior

La geometría tiene una relación directa con el diseño de interiores. Es indudable la conexión que existe entre el diseño de cualquier estancia y la proporción de los diferentes elementos que la componen para que este resulte armónico. Hay personas que son capaces de darse cuenta de esto a simple vista, pero aunque no lo hagamos está claro que la geometría implica siempre un orden, en el que las líneas rectas y simples se transforman en figuras de manera que las captamos como armonía visual.

La decoración con figuras geométricas es tendencia, por eso en el artículo de hoy queremos hablaros de cómo decorar con diseños originales y diferentes, diseños geométricos.

 

 

Figuras geométricas en nuestro hogar

Los patrones geométricos nos permiten jugar con diferentes efectos visuales, de manera que podemos darle a cualquier espacio una apariencia más moderna e innovadora. El diseño geométrico se adapta prácticamente a la decoración de cualquier estancia independientemente de que esta sea más grande o más pequeña. Es más, sabiendo utilizar adecuadamente los diseños geométricos podemos jugar a modificar virtualmente las proporciones y las dimensiones de una determinada habitación.

A través de un diseño de patrones geométricos, que por sencillo no deja de ser menos atractivo, podemos resaltar cualquier estancia, y es que este tipo de decoración puede aplicarse desde la cocina hasta el salón pasando por baños y habitaciones.

 

 

Decorando con patrones geométricos

El gran ventanal de un salón con una decoración minimalista en blanco y negro puede ir mucho más allá de ser la fuente de luz, para transformarse en el principal eje focal de la estancia transformándose en una especie de cuadro transparente formado por múltiples rectángulos de diversos tamaños. El ventanal hace juego con la mesa también de cristal y marco negro y con la alfombra negra que invierte el conjunto con líneas perpendiculares en blanco. La estancia adquiere así, combinando el uso más convencional del blanco y el negro  con unos patrones geométricos sencillos,  una personalidad y originalidad propias.

 

 

Una figura tan sencilla como un triángulo consigue ordenar el espacio. Combinando triángulos invertidos conseguimos hacer rombos, que colocados de forma aleatoria en una pared  constituyen un mural visual que contrasta de modo muy agradable con las líneas blancas y redondeadas de una bañera. Además, nos permiten aportar un original toque de color jaspeado tipo ágata que combina con el gris monótono de la estancia dándole un aire mucho más divertido, alegre y moderno.

 

 

Los patrones geométricos pueden hacerse prácticamente con cualquier material, lo que permite jugar no solo con multitud de formas sino también de colores. La madera es un elemento sumamente versátil que permite de manera relativamente sencilla, jugar con multitud de formas y líneas diferentes que además se combinan con los propios patrones naturales de sus vetas. Una pared de comedor recubierta con un patrón geométrico de madera aporta calor a la estancia, a la par que se convierte en el eje focal ordenador del resto de los objetos del diseño, desde la gran lámpara de metal de formas redondeadas a las sillas de cuero ocre.

Un suelo, una pared o una encimera cobran vida si nos permitimos jugar con una mezcla de formas hexagonales, romboidales y triangulares a las que los distintos colores pastel y más vivos aportan riqueza de profundidad, armonía y dinamismo.

La calidad estética que aportan los patrones geométricos puede verse reflejada en cualquier tipo de material, ya sea textil, hemos visto alfombras de ejemplo, pero también en cojines, cortinas, edredones etc., papel pintado, u objetos de diversa índole. Valgan como ejemplo estas originales lámparas de metal que combina el foco redondo con la forma hexaédrica.

 

 

 

En el estudio de decoración de interiores de Teresa Galán, nos gusta jugar con la combinación de distintos patrones geométricos en las estancias en las que trabajamos para romper la monotonía del espacio.

 

 

 

*Las imágenes incluidas pueden no corresponderse a artículos de Teresa Galán