Pasamos gran parte de nuestra vida en casa. Por eso es importante que nos sintamos cómodos en ella y esté puesta a nuestro gusto. Bien porque es un nuevo hogar o porque ya llevas mucho tiempo en él los cambios se hacen necesarios. En ocasiones simplemente precisas ver algo distinto, es la propuesta con la que llegan muchos de nuestros clientes a la hora de solicitar un proyecto de interiorismo.
Se busca hacer una reforma que, sin llegar a ser completa, nos dé la sensación de que hemos cambiado la vivienda. Pero qué poco nos gustan las obras en casa. Pensar en tener habitaciones inservibles durante semanas, obreros en la vivienda y una parálisis de nuestra rutina que, aunque tendrá unas consecuencias deseadas, se nos hace poco apetecible.
Cambio global con obra parcial
Por eso es habitual que, sobre todo cuando se trata de nuestra primera vivienda, sean cada vez más frecuentes las reformas parciales. La idea no es solo que cambie una de las habitaciones, sino que esa modificación suponga una gran diferencia en toda la vivienda.
La reina de las reformas es aquella que supone convertir dos estancias en una única, más amplia, espaciosa y funcional. Estamos hablando de la unión de la cocina y el salón, fusionando esas dos estancias y ganando espacio para el disfrute de la familia.
Es muy habitual, en especial en aquellas casas que cuentan con cocinas pequeñas. Al tirar la pared y unir ambas estancias se gana luminosidad y funcionalidad, creando un nuevo lugar que se convertirá en uno de los favoritos de la casa.
Otra de las reformas parciales más habituales es la que tiene el baño como protagonista. Desde hace unos años las duchas han ganado terreno a las bañeras. Renuncias a los relajantes baños en pro de ganar espacio, probablemente para poder introducir más elementos de almacenamiento.
Además, esta obra es muy demandada especialmente en viviendas en que residen personas mayores o con movilidad reducida. La ducha resulta más accesible y manejable, al tiempo que menos propensa a provocar accidentes.
Espacios más pequeños
Por lo general, al pensar en reformar la vivienda nos fijamos en las grandes estancias. Sin embargo, hay otras que pueden dar mucho juego y pasan desapercibidas. Es el caso del pasillo. Depende de cómo esté estructurada la casa en cuestión, pero algo tan sencillo como un nuevo color de pintura, panelar las paredes con otro material, cambios en la decoración o modificaciones en la iluminación cambiarán por completo su imagen. Y de este modo se modificará también la percepción que se tiene de toda la vivienda.
Hay casas que cuentan con pequeñas terrazas a las que apenas se les da uso o tienen una función mas bien como espacio extra de almacenamiento. Con una decoración botánica, asientos y una mesa pueden convertirse en un oasis particular dentro de la ciudad, y un sitio estupendo para disfrutar de pequeños momentos de relax.
Hablando de reformas en un proyecto de interiorismo no podemos dejar de mencionar las que se pueden hacer en los dormitorios, uno de los lugares de la casa en que más tiempo pasamos. Aquí las opciones son de lo más variadas.
Puedes, desde cambiar los materiales y colores de las paredes a sustituir los muebles y crear una nueva distribución. Si tienes la posibilidad de anexar una habitación contigua y transformarla en tu vestidor será una de las mejores decisiones que hayas tomado en cuanto a decoración de habitaciones.