Los elementos y estilos que utilizamos a la hora de decorar nuestras casas, oficinas y cualquier espacio han evolucionado muchísimo en los últimos años. Hay tendencias de todo tipo, pero puede que una de las más destacadas actualmente sea la de diseños de figuras geométricas, que en un principio no despertó las simpatías de todos, pero que poco a poco se ha ido haciendo un hueco en cualquier proyecto de interiorismo de Madrid.
Sus formas hicieron que se identificará rápidamente con el modernismo y, precisamente por eso, fuera visto con recelo por algunos. Sin embargo, se ha ido ganando un espacio en numerosos ámbitos. Tanto que es uno de los usamos con mayor frecuencia en nuestro servicio de elaboración de murales.
¿Qué es el Face line art?
Cierto es que tardó más tiempo en entrar en los hogares, pero ahora ya se ha instalado plenamente. De hecho, hoy no queremos hablaros de los diseños de figuras geométricas, sino de otra tendencia que tiene relación con ellos: el face line art. ¿Que no sabes de qué estamos hablando?
Estamos seguros de que ya lo has visto en muchos sitios, incluso puede que tengas colgados algunos ejemplares de estos diseños en tu casa, pero no te hayas parado a pensar en que responden a un estilo concreto. Estamos hablando de las ilustraciones en que se representan rostros humanos con una sencillez exquisita.
Únicamente precisan trazos curvos y lineales, por lo general en tinta negra y sobre un fondo blanco. Es la sencillez hecha ilustración y, precisamente por eso, es una de las tendencias que ha venido pegando más fuerte en los últimos meses en decoración interior. Te avisamos: seguirá haciéndolo, y mucho más, en 2021. ¿Su clave? Sirve para casi todo, desde material de librería a darle ese toque especial a una pared de tu casa o tu oficina.
Su sencillez hace que sea una tendencia claramente asociada al minimalismo. Carece de colores, ni grandes artificios, de hecho ni siquiera los utiliza a la hora de enmarcar este tipo de diseños.
Del cómic a las paredes
El origen del Face line art lo podemos encontrar en los cómics, pero después pasó al diseño gráfico. El éxito que tuvo, principalmente debido a la repercusión online de muchas de estas creaciones, así como de lo hipnotizante que puede llegar a resultar su proceso, hizo que se extendiera rápidamente a otros sectores como la papelería, la joyería y, como no podía ser de otra manera, la decoración.
Lo más habitual es encontrarlo en forma de ilustración en alguna estancia o a modo de estampado en pequeñas piezas. Sin embargo, hay quien ha apostado fuerte por esta tendencia y se atreve a llevarla a otro nivel. Se ha extendido -algo solo al alcance de los más osados y que a nosotros nos encanta- el Face line art por las paredes, como si fuera una mano de pintura o papel pintado. También puedes optar por introducirlo en un mural.
El resultado es espectacular, pero hay que tener mucho cuidado a la hora de incorporarlo en un proyecto de interiorismo para evitar que resulte agobiante o exagerado. Hay que tener en cuenta no solo el espacio en que se va a poner, sino también los elementos de los que se va a acompañar. Encontrar el equilibrio puede resultar un reto.