Si algo nos han dejado claro las tendencias es que los proyectos de interiorismo que más gustan son aquellos en los que se entremezclan propuestas y estilos diferentes. Cuanto más riesgos se asumen más posibilidades de que si el resultado final funciona, sea espectacular.
Entre estas propuestas que nos encontramos en los últimos tiempos se encuentra la del uso de la madera. No cabe duda de que ha sido un material utilizado desde tiempos inmemorables a la hora de construir, estructuras y equipar un casa.
Los muebles clásicos están elaborados en madera y el suelo de numerosas casas está finalizado en madera. Pero, ¿por qué limitarse a estos elementos? ¿Por qué no ir más allá a la hora de plantear una en decoración interior?
Más allá de lo rústico
Hasta ahora un uso masivo de madera se relacionaba con cabañas del bosque y un estilo hogareño que estaba bien para una vivienda rústica, pero que era difícil encajar en una casa unifamiliar de las afueras o en un piso del centro de cualquier gran ciudad.
Ya no. Ahora podemos jugar con la madera en múltiples estancias para conseguir unos resultados de lo más vistosos y espectaculares. Tanto, que la madera tiene cabida hasta en la decoración de habitaciones.
Como hablamos anteriormente nos hemos acostumbrado a encontrarla en los suelos. Es un material que transmite calidez y espíritu hogareño, de ahí que encaje tan bien en el piso, sin contar además las muchas y hermosas posibilidades estéticas que ofrece.
Pero vámonos al lado opuesto, al techo. Es una opción arriesgada, pero que cada vez vemos más, especialmente cuando se trata de estancias muy altas y amplias. Se puede incorporar a través de las vigas, pero también de la techumbre para que esa altura no resulte fría.
Madera en las paredes
Otra opción es introducir la madera en las paredes. Olvídate del papel pintado y la pintura e incorpora madera, que encontrarás en multitud de opciones que pueden adaptarse a tu casa. Puedes cubrir toda la pared, hasta cierta altura e, incluso, un pequeño espacio que pueda quedar visible entre el mobiliario. De cualquiera de las opciones se trata de un detalle que marca la diferencia como, por ejemplo, tras el cabecero de la cama.
Su versatilidad hace que pueda introducirse en dormitorios, salones, cocinas, cuartos de baño o terrazas, en cualquier espacio que puedas pensar. Las posibilidades estéticas son muchas, así como los colores a utilizar y tratamientos que se le puede dar para que no se estropee. Y todas con un toque y estilo diferente.
Si, por ejemplo, eres un apasionado del DIY, sabes que la madera es uno de los materiales que más te permite jugar renovando piezas que ya no utilizas, o dándole una nueva vida. Nos referimos a customizar un mueble antiguo con un aspecto totalmente renovado o también a crear piezas a partir de otras. Es el caso de mesas, estantes o alguna pieza de decoración que puedes tallar tú mismo.