Teresa Galán I Arquitectura y Diseño Interior

El regreso del estilo industrial

El estilo industrial fue una de las tendencias que causó furor en proyectos de interiorismo de hace unos cuantos años. A pesar de que en los últimos parecía que se había desinflado ligeramente, lo cierto es que no es así y que se está convirtiendo en una de las tendencias que resucita, con más fuerza, en 2021 para la decoración interior.

De fábrica a vivienda

Esta tendencia procede de mediados del siglo pasado, cuando tras el final de la segunda guerra mundial los edificios que albergaran fábricas cambiaron su finalidad -algunas se convirtieron en viviendas- pero mantuvieron su estética. Así el cobre, el hierro y las instalaciones robustas visibles siguieron imperando en empresas y negocios que nada tenían que ver.

Mas que una tendencia al uso se trató de una necesidad: adecuar nuevos espacios sin hacer inversión en algo tan banal, en aquellos tiempos, como la decoración. Sin embargo, ese estilo se descubrió décadas después como una tendencia que se trasladó no sólo a instalaciones empresariales, sino también a oficinas, viviendas, incluso a la decoración de habitaciones.

Al contrario de lo que ocurrió en el siglo pasado esa supuesta imperfección no es casual, sino que tiene toda la intencionalidad y supone, en ocasiones, realizar obras para conseguirlo. Es el caso de cuando en el proyecto de interiorismo se incluye tener las cañerías visibles o las paredes sin revestir.

Detrás de esta supuesta imperfección nos encontramos con trabajos de diseño de lo más cuidados en que se seleccionan los diferentes elementos con el más cuidado detalle, desde una pared de ladrillo visto a una mesa de hierro forjado.

Lo mismo ocurre con los colores que se seleccionan. La predominancia del negro, blanco, beige y metal no es baladí. Es en consonancia con esa idea engañosa de que no hay un trabajo de interiorismo detrás y se han elegido piezas encontradas poco menos que de casualidad.

La estancia perfecta

El estilo industrial hoy en día puede aplicarse a prácticamente cualquier tipo de estancia, pero no cabe duda de que las hay que resultan perfectas para él. Es el caso de estancias con techos muy altos, espacios diáfanas, con grandes cristaleras y con paredes de ladrillo. Digamos que esas son las ideales.

Si tu oficina o tu casa no responden a este estilo tampoco es problema, porque siempre se pueden jugar con diversos elementos de decoración, desde los azulejos de la pared a las piezas que sirven para darle vida. Servirán las sillas de metal, lámparas minimalistas elaboradas en el mismo material o toda clase de objetos que recuerden el día a día de Norteamérica en los años 50, como cartelería, réplicas de postes de gasolina o confortables sofás y sillones de piel. Todo ello ayudará a dar el toque de estilo industrial que vuelve a estar ahora más vigente que nunca.