Las estanterías son una de las soluciones más comunes para almacenar todo tipo de objetos en nuestro hogar. Sin embargo, podemos optar por estructuras singulares que se desmarcan de la línea habitual, más monótona y menos creativa.
El concepto tradicional de estantería se rediseña integrando volúmenes y curvas que le otorgan dinamismo, además de aumentar la interacción funcional y visual con el propio usuario.
En Teresa Galán te presentamos otra forma de almacenar mediante las estanterías.
Las formas orgánicas
Esta estantería es otra forma de almacenar el vino, basándose en el propio elemento que da fruto al caldo para crear un concepto único: las hojas de vid.
Las formas orgánicas están de moda en decoración y reinventan la naturaleza para introducirla en nuestros hogares.
Si bien en esta estantería priman las líneas rectas, sin duda se inspira en el nervio principal y secundario de las hojas de la vid, creando así baldas que permiten almacenar el vino en la disposición exigida para su óptima conservación.
Los volúmenes
Las líneas rectas adquieren tres dimensiones a través de los juegos de formas representados por los cubos.
Esta estantería está definida por los volúmenes del propio diseño que se ven acentuados por la incidencia de la luz.
Este es un diseño con mucho carácter que llama la atención en el salón pero que, por la disposición en ángulo de las baldas, protege los libros de la mirada de los más curiosos.
Las líneas curvas
Esta pieza de Simon Pengelly rompe de nuevo el concepto tradicional horizontal para incluir las líneas que configuran su reconocida forma cóncava.
Además de cumplir con el requisito práctico de almacenar libros y objetos decorativos, es en sí misma un objeto decorativo.
El acabado de esta estantería transmite una sensación envolvente, ya que da la sensación de abrazar con su presencia al lector en la sala para que se sumerja con mayor concentración en el placer de la lectura.
La verticalidad
Si el concepto tradicional de estantería se asocia a la horizontalidad de las baldas, este diseño le da la vuelta para romperlo.
Los paneles verticales juegan al escondite con los libros y los objetos cotidianos que preferimos no mostrar.
Esta es una solución estética a la par que funcional, ya que está formada por diferentes piezas que se superponen según las necesidades del momento. Pueden replegarse para disfrutar de una sesión de cine en familia y volver a su posición original para ocultar el televisor con la mayor privacidad.
Sin duda, este tipo de recurso es uno de los más utilizados en salones para integrar los equipos audiovisuales de forma estética y discreta.
No queremos dejar de mencionar la fuerza de la verticalidad que alarga y aumenta visualmente las dimensiones de la habitación.
Aunque el almacenaje sea uno de los problemas principales a resolver en una vivienda, existen soluciones actuales y muy decorativo. Estas se alejan de las fórmulas tradicionales que, aunque sean muy prácticas, quizás son demasiado convencionales para tus gustos.
Si quieres renovar tu salón con nuevas alternativas de almacenaje diferentes y con personalidad propia, en Teresa Galán te asesoramos para integrar muebles funcionales con diseño.