Los materiales que priman en el diseño de interiores suelen renovarse cada cierto tiempo, adaptándose a las nuevas necesidades y gustos. Por lo general, suelen rescatarse aquellos que en el pasado estuvieron muy bien valorados en el interiorismo. Su prestigio se revaloriza y comienza a incluirse en diseños de todo tipo. Sin embargo no podemos decir lo mismo de la tendencia que recupera del terrazo del olvido.
En sus orígenes el terrazo era un material elegido por su gran resistencia. Podía verse tanto en pavimentos de interior como exterior, y en nuestro país era la estrella de las viviendas construidas en los años 70. Porque no solo era resistente, era barato. Por eso era tan común verlo en todas partes, incluidos bares y restaurantes.
Además de su durabilidad y su fácil mantenimiento, el terrazo tiene otra característica muy interesante. En este caso, para los profesionales como nuestro estudio de interiorismo en Madrid: tiene una gran versatilidad de acabados. Tanto el tamaño del grano como los tonos de las piezas ofrecen una variedad enorme. A los tonos tierras y grises más tradicionales se suman composiciones más atrevidas de colores vivos y contrastes más fuertes.
Terrazo en suelos
El lugar protagonista que ocupa el terrazo en nuestra memoria está en los suelos de nuestra infancia. Podía encontrarse en todo tipo de viviendas, ya sea en su interior o exterior. De hecho, este material nació en el siglo XV en Venecia como pavimento para terrazas. De ahí su nombre. A su vuelta, cómo no podía ser de otra manera, se convierte en el material estrella de suelo.
Una vez más, las cualidades que lo hicieron popular hace décadas son la razón de su vuelta. Se trata de un tipo de suelo de gran resistencia y durabilidad, y es de fácil limpieza y mantenimiento. El terrazo viste suelos de todo tipo de estancias en composición de un amplio abanico de estilos de diseño.
Además, este material se coloca también en escaleras, no solo en las exteriores. Genera una sensación de continuidad y permite que se lleve a plantas superiores. En este caso, se convierte en el protagonista principal.
Terrazo en cocinas
Las cocinas son una de las estancias en las que se ha introducido de manera más natural. Una vez más, su resistencia y su fácil limpieza lo convierten en un material perfecto para el uso tan intenso que se le da a esta parte de cualquier hogar.
Las encimeras de terrazo compiten con materiales como el mármol y la madera para crear cocinas de diseño actual. Su durabilidad permite resistir el uso continuado y pueden limpiarse con productos de limpieza sin que se deteriore.
Pero no se queda ahí. Este material se extiende a lo largo de la pared como anti salpicaduras o incluso de suelo a techo. Puede crearse continuidad eligiéndolo también para el suelo de la cocina o dejar que reciba toda la atención en paredes. Una de las opciones más escogidas en reformas de viviendas.
Terrazo en baños
La resistencia a la humedad que tiene el terrazo ha hecho que sea perfecto para baños. Por esa razón se ha colado en el diseño de interiores de este tipo de estancias en todos los estilos posibles.
Además de en suelos y paredes, este material se ha colocado como tendencia en duchas y lavabos. Sobre todo en piezas encastradas o hechas a medida. Como resultado, crea baños con personalidad que no solo modernos, sino también funcionales.
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